De niño Andrés Felipe Aristizábal
se metía a la cocina de su mamá mientras ella preparaba los alimentos, curioso
preguntaba por cada uno de los movimientos que la veía ejecutar, y ella, según
cuenta Andrés, amablemente le explicaba el paso a paso de cada preparación.
Así fue que este habitante de
Samaná, municipio anclado en la quebrada topografía del oriente de Caldas,
empezó a sentir afinidad por la gastronomía, ofició que él nunca imaginaría que
le ayudaría a olvidar los tiempos de guerra a los que estaba por enfrentarse.
“En épocas de colegio yo era el que cocinaba en las reuniones de
amigos y a todos les gustaba como lo hacía”, aseguró Andrés quien también se ha
caracterizado en su pueblo por tener habilidades comunicativas.
Al finalizar sus estudios de
bachillerato y por tener esa elocuencia
al hablar inició a trabajar en Ecos de la Miel, una emisora comunitaria en la que se desempeñó
como locutor durante seis años hasta que
grupos al margen de la ley llegaron a su municipio a sembrar la zozobra y el terror.
“Destruyeron la antena de la emisora y realizaron amenazas directas
contra mí, razón por la cual tuve que salir del pueblo escondido en un closet
que iba en un trasteo de otra familia desplazada”, recordó Andrés Felipe con un tono melancólico en su voz.
Luego de vivir por dos años en el
departamento de Risaralda y cuando las cosas se calmaron en su terruño Andrés
decidió regresar al pueblo que lo vio nacer.
“Sin emisora en el pueblo decidí
darle rienda suelta a una pasión que me ha acompañado toda la vida, cocinar,
inicié mi negocio en el que realizo almuerzos especiales, pollos rellenos y lasañas“, agregó Andrés mientras hacía
memoria.
A
la fecha ya son siete años los que este emprendedor lleva cocinando para sus paisanos
quienes lo contratan para atender matrimonios, primeras comuniones, bautismos y
fechas especiales, éxito en la cocina que hasta hace unos días no contaba con
un título que lo respaldara.
Al
igual que Andrés, y a través del programa de Certificación de Competencias
Laborales, del Centro Pecuario y Agroempresarial del SENA en Caldas, 92 colaboradores del Centro de
Desarrollo Infantil de Samaná, la Fundación Plantando Futuro y trabajadores
independientes, certificaron sus competencias en la norma Manipular Alimentos
según normativa vigente.
Para
Gloria Inés Ortiz, alcaldesa de Samaná (Caldas) esta opción que tiene el SENA
de certificar las competencias laborales de los habitantes del municipio se
traduce en mejorar la calidad de vida de los mismos sin distingo de edad.
La certificación de
competencias laborales tiene como propósito promover y reconocer el
aprendizaje y la experticia adquirida a lo largo de la vida laboral de
aquellos colombianos que se encuentren vinculados laboralmente, que estén en
búsqueda de empleo e independientes y que demuestren, como principal requisito,
que tienen una experiencia laboral mínima de un año.
“Contar con el aval de una institución como el SENA
me abre muchas puertas, en ocasiones algunas empresas llegan al municipio
buscando realizar contratos para alimentación
y ahora con esta certificación puedo demostrar que
mis preparaciones se realizan bajo los estándares exigidos”, señaló Andrés Felipe.
La
ceremonia de certificación de las 93 personas se desarrolló en el parque
central de Samaná, lugar donde el SENA también brindó sus servicios de
formación complementaria, empleo y emprendimiento a través del Aula Móvil de
Café, la Oficina Móvil de Empleo y los stands del programa SENA Emprende Rural
respectivamente.
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