lunes, 9 de julio de 2018

El SENA otorgó 257 certificaciones a población víctima del conflicto en Samaná

En el parque principal de Samaná se desarrolló la ceremonia en la que los aprendices recibieron sus certificaciones luego de adelantar formaciones en agricultura, gastronomía, cosmetología y belleza, sistemas, turismo, archivo y servicio al cliente.


Durante mucho tiempo el campo colombiano ha sido testigo de la violencia sembrada por grupos armados ilegales, situación que ha germinado pobreza y desigualdad.

Hoy esa imagen de las zonas rurales del país ha venido cambiando y una muestra de ello es  Virgilio Pineda Muñoz, hombre oriundo de Samaná, municipio del alto oriente de Caldas y uno de las zonas más golpeados en el departamento durante la época de la violencia.

“Yo nací en la vereda Guadualejo a 25 minutos del casco urbano de Samaná, allí viví mis primeros 35 años, razón por la cual todo se lo debo al campo. Allí trabajé la tierra con mi papá, cultivamos café, cacao y caucho, pero la violencia nos obligó prácticamente a regalar la finca e irnos al pueblo”, comentó con nostalgia Pineda Muñoz quien actualmente tiene 50 años.

La historia de Virgilio parece calcada a la de cientos de campesinos del país, personas que han entregado su vida a las labores de campo y que por amor a su vida han tenido que salir a buscar nuevos horizontes por caminos repletos de dificultades.

“En Samaná solo estuve un año, tuve que salir a buscar trabajo en otras regiones, pasé por Puerto Boyacá y el sur de Bolívar realizando trabajos en diferentes fincas”, añadió el samaneño.

En ese caminar, en busca de oportunidades, Virgilio se topó de frente con una mina antipersonal, encuentro que le costó una de sus manos, cicatrices imborrables en su abdomen y 48 días enclaustrado en un hospital.

Tras los hechos y luego de deambular por 10 años, Pineda decidió regresar a Samaná, zona en la que hoy se sienten vientos de paz y en donde inició otra fase de su vida como campesino.

“Ahora tengo una parcela de seis hectáreas en la que cultivo caucho desde hace seis años, y administro otras 34 hectáreas”, explicó el hombre de extracción rural quien agregó que “me incliné por este cultivo porque aunque se tarda en dar producción aporta mucho a la recuperación de la tierra y genera oxígeno al medio ambiente” 

Formación SENA, la mejor herramienta para la paz en el campo



Virgilio Pineda posó con su certificado y una banda de caucho procesada, augurando que con su parcela cultivada con caucho y pancoger seguirá haciendo de su Samaná, un remanso de productividad.
   

Virgilio Pineda quien es conocido en su comarca por su experiencia con los cultivos de caucho no escatima palabras en afirmar que la capacitación técnica es fundamental para hacer del campo más productivo y sostenible.

“El SENA y otras entidades han estado siempre en mi crecimiento como agricultor, me han enseñado métodos de cultivo, cuidado y  cosecha, temas ambientales y hasta de emprendimiento”, aseguró el estudioso del campo.

Hoy Virgilio en plena plaza pública de Samaná en una ceremonia masiva de certificación recibió su el título de su última formación complementaria enfocada nutrición de cultivos y manejo integrado de plagas y enfermedades. 

Para Luz Adriana Ospina Villa, subdirectora del Centro Pecuario y Agroempresarial del SENA Caldas, la historia del samaneño evidencia que para lograr una paz duradera se requiere indiscutiblemente de la formación de competencias laborales.

“El SENA es esa herramienta para que nuestros campesinos hagan de sus tierras verdaderas empresas, por ejemplo hoy don Virgilio se certifica al lado de su esposa e hijo, los tres están enfocados en cumplir un sueño, convertirse en los mayores proveedores de caucho del oriente de Caldas”, agregó Ospina Villa.

Durante la ceremonia, en la que estuvieron presentes directivas del orden nacional del SENA, y autoridades locales se otorgaron 257 certificaciones a igual número de ciudadanos que similar a Virgilio han sido víctimas de la violencia.

Rodrigo Giraldo Velásquez, director del SENA Caldas comentó que “las formaciones se adelantaron a través del Centro Pecuario y Agroempresarial del SENA Caldas con asiento en La Dorada no solo en el área agrícola, sino también en gastronomía, cosmetología y belleza, sistemas, turismo, archivo y servicio al cliente”

Además de la formación complementaria el SENA en esta zona del país ofertará en los próximos días en Samaná carreras técnicas en atención integral a la primera infancia y en gestión documental.

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