Centro Pecuario y Agroempresarial - SENA Regional Caldas

APRENDICES DEL SENA EN LA DORADA RECIBIRÁN SUBSIDIOS POR 400 MIL PESOS BIMENSUALES 

200 aprendices SENA, hoy cuentan  con el subsidio otorgado por el programa Jóvenes en Acción del DPS (Departamento de la Prosperidad Social) del Gobierno Nacional.

Inicialmente se hizo la selección de 81 estudiantes y luego fueron incorporados otros 119, para que reciban este beneficio. 

En la jornada de inscripción realizada el día 7 septiembre, 119 aprendices de las distintas formaciones de la entidad más querida por los colombianos fueron seleccionados para ser beneficiarios de los recursos otorgados a jóvenes en condiciones de pobreza y vulnerabilidad,  para mejorar la calidad de vida y brindarles mejores oportunidades a los estudiantes de educación superior que pertenezcan a formaciones técnicas, tecnológicas y profesionales del departamento de Caldas. 

Dos años después de la primera convocatoria, en la que fueron  favorecidos los primeros 81  aprendices, se dieron cita  en el  Centro Pecuario y Agro Empresarial, representantes de la alcaldía de La Dorada liderados por la Directora de Asuntos Comunitarios Inclusión Social, Etnia y Género, Adriana María Ortiz Muñoz, los aprendices y la líder de Gestión Educativa del Sena para La Dorada y Puerto Boyacá, Sandra Milena Martínez,  con el ánimo de validar la información que permitiera a los beneficiarios hacerse acreedores a los recursos destinados por el DPS. 

“En este proceso  que lleva tres años, hemos podido lograr que  300 estudiantes  sean beneficiados con el programa, entre ellos 200 aprendices SENA, convirtiendo a  La Dorada en el único municipio del Departamento que cuenta con Jóvenes en Acción de Caldas,  con el compromiso de que los muchachos no paren de estudiar”, precisó la  doctora Adriana María Ortiz Muñoz. 

Estos recursos serán  incorporados a través de la  entrega de Transferencias Monetarias Condicionadas –TMC- en las cuentas de los beneficiarios bacarizados para que accedan directamente a los 400 mil pesos depositados cada dos meses, durante 5 años,  sin intermediarios. 

“Les hacemos todo el seguimiento a los aprendices, todo el registro de la información, la actualización de la información y estamos pendientes de que estas personas, no pierdan el incentivo”,   dijo la doctora Sandra Milena Martínez y explicó que representan el compromiso con la misión institucional del SENA que busca el bienestar de los aprendices, principalmente quienes pertenecen a programas especiales y se encuentran en situación de vulnerabilidad. 

Un claro ejemplo es el caso de Luz Dibia Cardona Caro, aprendiz  de la Formación Atención integral a la Primera Infancia,  quien a muy corta edad se vió obligada a despojarse de sus pertenencías  y abandonar su vivienda de la mano de sus padres, ubicada en el municipio de Montañita, Caquetá, debido al desplazamiento forzoso por parte de grupos al margen de la ley. 

“En algún momento sentí que mi proyecto de vida se había venido abajo, Inicialmente soñé con ser ingeniera de sistemas, en este momento soy técnica de sistemas del Sena, e hice dos semestres de ingeniería en la UNAD; trabajaba y estudiaba pero no conté con una buena situación económica para terminar, mis papás no tienen los recursos suficientes para ayudarme”, reveló Luz Dibia Cardona Caro. 

Hoy, esta caqueteña encontró en sus  clases dominicales  impartidas en la iglesia, su nueva vocación al destacar la entrega, la pasión  y la facilidad que tiene para comunicarse con los pequeños, quienes según  la comunidad religiosa, aprenden con facilidad producto de la excelente  labor que realiza esta aprendiz SENA. 

“Sentí de nuevo la emoción, empecé de nuevo a soñar, a los niños les voy enseñar mejor, Gracias a la formación, tengo nuevas pautas para llegar más fácil a los niños, mejores estrategias para trabajar con ellos”, añadió la joven  Luz Dibia Cardona Caro. 

Ser tecnóloga en atención integral a la primera infancia es la meta de Luz Dibia, quien gracias al Programa Jovenes en Acción podrá contar con los recursos necesarios para mejorar su calidad de vida y  finalizar  su formación,  para consolidarse como ejemplo de superación para la comunidad que  ha seguido muy de cerca  las grandes capacidades que la caracterizan y el desarrollo de los pequeños que asisten a las clases dominicales en la iglesia.