jueves, 23 de marzo de 2017

Aprendices del SENA trazaron mapa de la gastronomía colombina.


Magda Ducuara, sostiene el mute santanderiano

El paladar de los doradenses se estremeció con los sensacionales sabores que lograron a través de preparaciones típicas los aprendices del técnico en Cocina del Centro Pecuario y Agroempresarial del SENA en Caldas con sede en La Dorada, quienes lideraron la 1ra Feria Gastronómica en el centro de formación.

La feria inició el jueves 16 de marzo con una presentación de la gastronomía de Norte de Santander, costillas de res y  carne de cerdo sazonada con especias y  verduras para crear el  famoso mute  santandereano se convirtieron en el abrebocas perfecto para dar un paso fugaz por el nororiente del país.

La Región Andina también hizo su aparición con el tradicional asado huilense y el ponche opita candil, plato obligado para los turistas que visitan Neiva en las tradicionales fiestas de San Pedro, donde el entretenimiento, los sabores típicos de la región,  las danzas y las artesanías son protagonistas. 

El primer día de la feria cerró con la tradicional mazamorra paisa endulzada con panela o bocadillo, receta propia del Suroccidente del país. El calentado caldense y la carne fina  y entreverada del capón de res de la zona cafetera también hicieron su aparición. 

Sandra Liliana Rondón y Jawer Casallas, presentan el calentado caldense


“El objetivo de la feria fue resumir en una exposición práctica  algunas de las competencias en gastronomía colombiana que adquieren nuestros aprendices, capacidades indispensables para que un cocinero pueda desempeñarse con éxito en el mundo del trabajo”, explicó Maurico Rudas, instructor de Cocina del Centro Pecuario y Agroempresarial.

El viernes 17 de marzo la feria gastronómica abrió su segundo día  con preparaciones de la cordillera central de los Andes en donde se cultiva con facilidad las chuguas, los nabos y las habas, tubérculos que transformaron los platos que consumían los colonizadores españoles, uno de ellos conocido hoy en día como el cocido boyacense que va siempre de la mano con el sorbete de curuba.

Arroz con coco, yuca frita, camarones al ajillo, langosta, carne salada, fríjoles cabecita negra, arepa de  huevo, sancocho de guandú, bollo limpio, arroz con lisa, salpicados con suero atoyabuey, gastronomía oriunda del trópico, ayudó a despertar sensaciones en el público durante el segundo día de feria.

Marta Cecilia García, deja ver el colorido cocido boyacense

Valle del Cauca y Chocó, departamentos que pertenecen a la región pacífica, amenizaron la jornada con lulada valluna, bebida que recuerda el sabor de la salsa, además del pusandao de Bagre chocoano con arroz atollado. 

Para Adriana Patricia Valencia Galeano, líder de Bienestar al Aprendiz  del Centro Pecuario y Agroempresarial, la feria tuvo como valor agregado la vestimenta de los aprendices, quienes representaron la multiculturalidad del país.

Diana Galeón y Cristian Cadena, exponen el Pusandao de bagre y arroz atoyao.

“La presentación de los platos fueron complementadas con puestas en escena, expresiones artísticas que los aprendices asimilan a través de los programas de bienestar”, agregó Valencia Galeano.

María José Zapata y  Sebastián Peñalosa, exhiben el   sancocho tari

La Feria que contó con la visita de alrededor de 100 personas cerró la jornada con el sonido del arpa y el aroma de la mamona oriunda de los llanos orientales, así como con los sabores del pabellón criollo y la frescura de una prepara fría de limón.     

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